lunes, 11 de noviembre de 2013

La camisa del hombre feliz

Finalmente, una noche, muy tarde, un mensajero llegó al palacio. Habían encontrado al hombre tan interesadamente buscado. Se trataba de un humilde campesino que vivía al norte en la zona más árida del reino. Cuando el monarca fue informado del hallazgo. Éste se llenó de alegría e inmediatamente mandó que le trajeran la camisa de aquel hombre, a cambio de la cual deberían darle al campesino cualquier cosa que pidiera.Los enviados se presentaron a toda prisa en la casa de aquel hombre para comprarle la camisa y, si era necesario –se decían- se la quitarían por la fuerza... 


Cuando llegaron a la casa, se dieron cuenta que el pobre, pero feliz hombre no tenía camisa, pues no tenía dinero.
Los soldados, engañando al rey, compraron una camisa y se la dieron, y le dijeron que era del hombre.
El rey, pensando que esta sería la cura, se durmió y al despertarse comenzó a ser feliz.
El rey empezó a ser feliz porque pensó que estaba curado, pero eso es algo psicológico ya que puedes ser feliz cuando tú quieras, porque siempre hay razones para ello. 


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